e hënë, 3 shtator 2007


Para leer escuchando la canción que empieza a sonar...
"En esta inmensidad", de Alejandro Filio

Lucía:

Buscaste,desde el principio, emigrar a lugares mejores.
Atentaste, desde siempre, contra la infelicidad de no ser quién no querías ser, de no estar donde no querías estar, y de no rodearte de gente que te lastimara, o que te hiciera infeliz o que, aún estando al lado tuyo, te hacía sentir sola.

Y es que te miro y me comparo con vos, con tus elecciones, con tus proyecciones... Y me doy cuenta, Lucía... ¡somos tan distintas!.
Y, sin embargo, bendigo al mar que se nos atravesó en frente y nos dió una felicidad compartida. Y bendigo a la vida que, haciéndome feliz a mí, sin querer, te hizo feliz a vos. Por que podemos distinguirnos, ambas, pero siempre compartiendo la inmensidad que te vio crecer. La inmensidad que aceptaste con su espuma y con sus olas, repleta de animales extraños, de corrientes que van y vienen haciéndo música para quien pueda escucharla.

Es lo único que puedo heredarte, Lucía: esta inmensidad (tan semejante a tu vida), rodeada de cielo y de libertad.
Y se que no pedís más.
Tomala entre tus manos, y pasala.

Te quiero (inmensamente!)