e diel, 1 korrik 2007

Esta carta está dedicada a una amiga
que cumplió años ayer, 30 de Junio.
A la que vive en el mar con su hija Lucía,
(la de carne, hueso y corazón)
y con la que, por esas cosas, la vida se encargó
de "juntarnos", compartiendo relatos hermosos...
Un beso, Ale!, y que hayas pasado un cumple felíz!!!

Querida hija...

...la nueva vida nos tiene entre sus brazos, nos sacude ante el mar, y nos seca las lágrimas cuando extrañamos a algún ser querido muy lejano.
Pero todo esto no sería lo mismo sin vos, Lucía.

Mudanzas, hubo miles en mi vida (quizás no tantas, pero sí demasiadas). Pero ninguna guardó en sus cajas a una pequeña de rulos despeinados, trasnformándolas en naves espaciales o en mansiones suntuosas. Ninguna tuvo tantos juguetes, de los comprados y de los hechos a mano, tantos osos de tela, de peluche, de toalla. Tantos bloques de madera, tantas acuarelas ni tantos libros de cuentos. Ninguna... excepto esta.

Hoy pintamos la casa ("la casita de las sirenas", dirías vos).
Te levantaste temprano, casi con el primer rayo de sol, y me viniste a despertar con besos inquietos. ¡Qué ganas de decirte: vení Lucía, vamos a dormir un poquito más!, pero en cuanto me viste despegar el ojo derecho, saliste corriendo y volviste con unos pinceles que habíamos comprado para nuestro emprendimiento de fin de semana. Supe que era imposible decirte que no.
Pintamos celestes las habitaciones ("como el mar y el cielo de acá, mamá"), y el living de amarillo ("como el sol de mediatarde, Lucía"). Y al final del día, te tenía con los rulos revueltos de color celeste mar, y las manos amarillas sol de mediatarde...¡mi Lucía bicolor!.
Y nos sacamos una foto, para recordar este día para siempre.
Pero no hace falta, Lucía, con foto o sin foto, nunca me olvidaría. Por que sin vos esta nueva vida no existiría. No existirían los amaneceres con ruido de mar, ni los desayunos en la cama con el cielo más celeste de fondo, ni los picnic en la playa, ni los atardeceres con colas de ballena asomando desde el mar.

Hoy se me ocurrió decirte, por si acaso alguna vez me olvido, por si se me pasa de largo, por si algo me distrae... gracias Lucía!, por soñar conmigo un poco más...

Un beso enorme, con gustito a mar...