Carta Inédita
Hija:
No es raro: lo que hacés lo hacen (casi todos) los bebés. Poco y nada, para qué mentir. Mover la cabeza para allá, una pierna para acá. Llorar y llorar, por hambre, por frío, por dolor, por que necesitás que te cambie o simplemente, que te alzen. Un poco más que eso, y dormís, comés, ni siquiera balbuceás!.
Pero tan maravilloso es, cuando con una sonrisa tuya, lo que era poco y nada se transforma en mi todo. Y derepente, se que no podría vivir sin vos.
Ay, hija querida! ¡qué lindo es querer así!...
e shtunë, 31 maj 2008
e enjte, 1 maj 2008
Carta a Tiempo
Lucía,
La casa está vacía sin vos. "Vacía de Lucía", y eso es decir demasiado vacía, interminablemente vacía, enormemente vacía. Y mientras recorro, una a una, las habitaciones, me voy dando cuenta que quedaron pedacitos tuyo -casi sin querer-desparramados por todas partes. Desordenados al mejor estilo Lucía.
Junto el costurero que dejaste al lado de mi cama, la toalla de la infancia que usaste para secarte el pelo por última vez, un libro olvidado debajo del sofá... Hago un montoncito, y los llevo a tu antigua habitación -más vacía de Lucía que el resto de la casa- y no puedo evitar que se me caigan las lágrimas: quizás no sea la casa la que esté vacía, sino yo...
Puño y letra: LadyinBlack en 6:05 e paradites
Etiquetas: Lo que te dije a tiempo